El Gobierno desatasca la promoción interna en la universidad: los titulares podrán ser catedráticos
El Consejo de Ministros ha aprobado esta mañana un real decreto cuyo objetivo es desatascar parte del tapón que, durante los últimos años, se ha formado en el proceso de promoción interna del personal de las universidades públicas. A lo largo de la crisis, debido a las limitaciones del Gobierno a la tasa de reposición de efectivos, no se habían sustituido los profesores que se habían ido jubilando, pero también, de forma paralela, se habían idoparalizando las posibilidades de los docentes de ir subiendo en el escalafón.
La tasa de reposición es el número de funcionarios que ingresan en la Administración dividido por el número de funcionarios que salen de ella por jubilación u otros motivos. Antes de la crisis estaba en el 100% (lo que significa que, por cada profesor que salía, entraba otro); en 2008 bajó al 30%; en 2011 cayó al 10%, y en 2015, se ha repuesto al 50% (por cada dos profesores que se jubilan, se contrata a uno). El Gobierno ha prometido restablecerla al 100% el próximo año.
Hasta este real decreto, el Gobierno interpretaba que, si un titular era ascendido a catedrático, también se consumía tasa de reposición, por lo que, en la práctica, las posibilidades de promoción interna dentro de las universidades eran muy pocas. Los centros preferían emplear la pequeña tasa de reposición que tenían en reponer el personal que se jubilaba antes que en ascender al profesorado que ya estaba dentro de la universidad.
El real decreto desbloquea esta situación equiparando la universidad al resto de administraciones públicas en cuando a la tasa de reposición.
‘Estabilidad’ y mejor sueldo
En la práctica, la medida permite el ascenso a catedráticos de los profesores titulares que cumplan los requisitos. Esto significa que los acreditados a catedráticos que estaban esperando obtener su plaza la podrán tener ahora, obteniendo más «estabilidad» y «los incentivos necesarios para el desarrollo de su carrera profesional», según ha informado el Ministerio de Educación en una nota de prensa.
«Es lo que los sindicatos llevábamos reivindicando desde hace mucho tiempo», aplaude Julio Serrano, secretario de Universidades de la Federación de Enseñanza de CCOO. Serrano, sin embargo, no ve tan clara otra medida dentro del decreto, que permite acceder al proceso de promoción interna a investigadores y científicos «indistintamente de la universidad o centro de investigación donde realicen su actividad»; es decir, trabajadores del CSIC o de otros organismos públicos.
«Lo normal es que la promoción interna se limitara al cuerpo de profesores y no a otros cuerpos», apunta Serrano, que valora de forma positiva el decreto, aunque no conoce el redactado porque el Ministerio no se lo ha facilitado a los sindicatos.
La medida tiene limitaciones, sin embargo. El decreto señala que «las plazas ofertadas en promoción interna no podrán superar el número máximo de plazas de funcionarios que sean objeto de oferta de empleo público de turno libre en ese mismo año». Esto significa que no habrá más ascensos a catedráticos que nuevos profesores que entren. Si, por ejemplo, el año que viene una universidad contrata a 20 profesores para sustituir a los 20 que se han jubilado, sólo podrá haber 20 nuevos catedráticos.
Más facilidades para moverse
Otra cosa que permitirá este decreto es consolidar la movilidad entre instituciones universitarias tanto de profesores titulares como de catedráticos: incorpora a la Ley Orgánica de Universidades (LOU) una medida que ya se contempló de forma temporal en la Ley de Presupuestos Generales de 2015 por la que se permite a los campus convocar concursos para la provisión de plazas docentes vacantes a las que podrán acceder profesores e investigadores de las distintas universidades del territorio nacional.
Se promueve, de esta forma, la movilidad entre instituciones siempre que pertenezcan al mismo cuerpo.
El decreto se aprueba a tres meses de las elecciones generales y es un nuevo guiño al electorado docente y a sus familias, después de la subida de la tasa de reposición y de la bajada de la ratio de alumnos por profesor. Hay más de 100.000 profesores universitarios en España y, según estima CCOO, podría haber unos 5.000 o 6.000 titulares acreditados a catedráticos esperando mejorar su situación y también su sueldo.